Empecemos por el principio, ¿qué es el famoso SIBO?
Son las siglas en inglés de Sobrecrecimiento Bacteriano en el Intestino Delgado.
En el intestino grueso es donde habitan una gran cantidad de microbios. Cuando estos microbios sobrecrecen en el intestino delgado, es cuando aparece el problema.
Cuando el intestino no está bien, es un foco muy importante de enfermedad. Cómo decía Hipócrates “la salud comienza en el intestino”.
Los síntomas asociados al SIBO son:
- Hinchazón y distensión abdominal, que va empeorando a medida que avanza el día
- Gases
- Dolor abdominal
- Ruidos abdominales
- Náuseas, eructos
- Diarrea o estreñimiento, o a veces alternancia entre ambos
- Síntomas extra-digestivos como cansancio, debilidad, “niebla mental”, ansiedad, depresión, alergias, picores en la piel, debilidad del sistema inmune o dolores crónicos
Tenemos bastante claro que los síntomas típicos del SIBO son hinchazón y gases, pero cuando el intestino está dañado, puede estar alterando el sistema inmune, el sistema endocrino o el sistema nervioso. Por eso, tantos síntomas extra-digestivos asociados.
Pero ojo, estar hinchado/a no siempre es SIBO, es necesario realizar una valoración completa de la sintomatología clínica para descartar otras posibilidades (por ejemplo: estreñimiento, disbiosis intestinal, alimentación no adecuada, celiaquía no diagnosticada, hipoclorhidria…) y en casos necesarios un test de aire espirado.
Actualmente se consideran 4 tipos de SIBO:
- SIBO DE HIDRÓGENO: producido por un exceso de bacterias productoras de hidrógeno. Suele ir acompañado de diarrea.
- SIBO METANO / IMO (siglas en inglés de “sobrecrecimiento intestinal de metanógenos”): producido por un exceso de arqueas, que es un tipo de organismo diferente a las bacterias. Las arqueas son productoras del gas metano, por lo que suelen haber gases que hacen ruido. Suele ir acompañado de estreñimiento.
- SIBO SULFORO DE HIDRÓGENO: producido por un exceso de bacterias productoras de sulfuro de hidrógeno. Podemos encontrar gases con olor a “huevo podrido”. Hasta hace poco no había prueba diagnóstica para este tipo.
- SIBO FÚNGICO/ SIFO (“sobrecrecimiento fúngico en el intestino delgado”): producido por el crecimiento patológico de levaduras como la Cándida. En mujeres puede ir acompañada de cándida vaginal de repetición.
Las principales causas o factores de riesgo más habituales por las que una persona puede desarrollar SIBO son:
- Genética y constitución
- Uso crónico de inhibidores de la bomba de protones mal llamados “protectores de estómago”
- Infección por Helicobacter pylori
- Abuso de antibióticos y otros fármacos
- Mala higiene bucal
- Malos hábitos alimentarios
- Estrés crónico y factores psicoemocionales
- Algunas enfermedades como celiaquía, endometriosis, Crohn…
Como todo lo relacionado con la salud es muy importante indiviudalizar: no todo el mundo tiene SIBO y no a todo el mundo se le debe tartar el SIBO de la misma forma.
Es imprescindible ponerse en manos de un profesional sanitario que haga una correcta deteción y un tratamiento adpatado al tipo de SIBO y a las circunstancias del paciente.
En cal Fregues tenemos dos Maestras Nutricionistas y PNIE (psico neuro inmuno endroquinologia) que podrán ayudarte a tratar tus problemas intestinales.
Cristina Busquets, Nutricionista integrativa y PNIE nº de colegiada CAT.001615
